viernes, enero 13, 2017

Un trozo de inspiración...

Les dije que venia inspirado y que podia recrear una historia... así que bueno, aquí vamos con un pedazo, luego lo seguiré complementando:


En las mañanas, sólo se siente la brisa fría, el sol aún no ha salido y el sonar de las hojas caer es el único ambiente que se tiene. Es diciembre, época en donde se quiere salir tarde, como si no existiese afán de nada.

Me levanto, sin ánimo ya que el clima no colabora. Me coloco las pantuflas ya que el piso está jodidamente frío. Camino hacia el baño, a lavarme los dientes y llego a la cocina a ver que hay para desayunar.  Sorpresa que sea una mañana fría, apenas son las 630. Preparo un café y me dirijo hacia la casa del patio, a ver si me sale algo para escribir. Tengo bloqueo mental, y hace varios meses mi editor está pidiéndome a gritos que le entregue algo.  Aquí estoy, en frente de la máquina de escribir, ya que escribir en la computadora se me hace algo extraño porque sostengo que no me llega la inspiración a tiempo. Si sólo tuviera una historia, pero qué? Hace años me separé, vivo de lo que escribo y últimamente eso precisamente no me da de comer.

El sol está saliendo. A ver si su calor me entrega lucidez en ésta memoria que tengo. Probablemente deba salir al mercado a buscar víveres para el almuerzo. En la alacena si acaso hay café y una botella de whisky que no toco hace par de dias. Vivir en éste estado es como tener lo mínimo necesario para el cuerpo. Me decidí, iré al mercado aunque los ánimos no me acompañen.

En camino al mercado, la casa de los Westenberg se vé vacía. Parece que se fueron una vez mas de vacaciones. Es como un pasatiempo, el tipo trabaja en la bolsa de valores y la esposa vende piedras preciosas. Se mudaron a éste pueblo ya que no querian que nadie los molestara -sabia decisión- ya que así es. Creo que por eso no encuentro inspiración; necesito ser tocado por la gente para poder vivir experiencias que pueda plasmarlas en el papel.

¿Experiencias? Vivir firmando autógrafos, fiestas de editoriales e invitaciones es básicamente lo menos que se puede hacer.  Claramente no me llena, pero me entretiene.  La vida de un escritor es así, parecido. Yo sólo aprovecho para comer mucho cuando nadie me está viendo, y para estar en un estado casi de borrachera permanente sin estarlo. Es algo como que tengo sangre compuesta por alcohol y plasma. Bueno, que se hace, el licor es lo único en lo que encuentro regazo. Estoy en mis cinco sentidos... creo.

Llegué al mercado, fuí directamente a las legumbres, luego a los cárnicos... y colorín colorado, la alacena esta repleta. Al menos no podré quejarme de comida. El gato también tiene comida, así que ambos estamos bien. Sigo recordando de lo miserable que estoy por estar solo. Algo de compañía no me vendría mal, aunque necesito más tener inspiración para poder entregarle algo a mi editor. Podría inventarme algún personaje basado en mi... ¿será? Bueno, de la última vez que toqué licor, estaba en un bar, y menos sal estaba sólo. Me puse a hablar con el cantinero de la situación que hay en el país, las cosas no andan bien y bueno, me dijo que porqué no probaba algo diferente. ¿Algo diferente? ¿Qué puede haber de diferente para un escritor de 'medio pelo' como yo? Si, hay cosas diferentes aparte de escribir largos libros, recreando situaciones fantásticas y/o problemas familiares. Podría probar mudándome temporalmente, suena a una buena idea...

Aquí estamos. Terminé mudándome a un barrio de clase media, no es a lo que estoy acostumbrado, pero sirve para pensar mejor. No tengo los recuerdos dando vuelta en mi cabeza y sería como un nuevo comienzo. ¿Que puedo perder? Creo que la panza, supongo.

Al menos el sitio es confortable. Veo la botella de Whisky y está a medio ir. Supongo que es hora de ir a una licorería a buscar algo más. Regreso y bueno, me siento en una mesita que hay en el balcón. Pensemos en que ésta borrachera será para que la inspiración venga rápidamente. Al menos me reencontré con mi respeto, ya me siento mejor escritor. Creo que puede ser una buena hora para escribir cosas, así que abro la computadora para plasmar algo que sirva. Las palabras empiezan a fluir como el trago que se desliza desde el gotero hasta el vaso. Sólo van 3 vasos, no es la gran cosa, y como lo dije estoy siendo tocado por esa inspiración que no sentía hace mucho tiempo. Menos mal, el clima es más cálido de lo que éstaba acostumbrado.


CONTINUARA...

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